La crisis puede ser vista como una oportunidad para las empresas, a pesar de que puede haber una disminución en el poder adquisitivo de los clientes y una recesión económica, las empresas pueden implementar planes de contingencia y estrategias para mantener sus beneficios y evitar medidas drásticas.
Una forma de mantenerse a flote, es a través de alianzas con otras empresas para compartir recursos financieros, personales o estructurales, y generar ventaja competitiva.
La era digital también ofrece oportunidades para las empresas, como el uso de tecnología y las redes sociales, para llegar a un mayor número de clientes y aumentar las posibilidades de venta. Además, se pueden aprovechar los cambios generados por la crisis para mejorar la imagen corporativa de la marca, invertir en publicidad y mantener a los clientes existentes.
Otra forma de mantenerse competitivo es ofreciendo servicios de delivery y proporcionando una experiencia cómoda para los clientes. En lugar de ver la crisis como un obstáculo, las empresas pueden buscar formas de adaptarse y aprovechar las oportunidades que surgen.